La guía del Profeta sobre la ablución


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El Profeta e solía realizar la ablución antes de cada oración, la mayoría de las veces, aunque en ocasiones podía hacer las oraciones del día con una sola ablución. En ocasiones, realizaba la ablución con un mud[1] de agua, a veces con dos tercios de mud y a veces con más. Fue la más moderada de las personas en la utilización del agua para la ablución, y advirtió a su gente sobre desperdiciarla. Se ha reportado que realizó la ablución lavando cada extremidad una, dos y tres veces.


A veces se lavaba las extremidades en dos ocasiones, y otras tres veces, se enjuagaba la boca[2] y aspiraba agua por su nariz[3] a veces con un puñado de agua, a veces con dos y a veces con tres, y solía combinar el enjuague de la boca y la inhalación del agua por la nariz (es decir, solía hacer ambas cosas con el mismo puñado de agua), y solía aspirar el agua por la nariz con la mano derecha y expulsarla[4] usando la mano izquierda. A veces humedecía toda su cabeza, y a veces pasaba sus manos hacia atrás y hacia adelante, pero no hay ningún reporte auténtico de que jamás se haya humedecido solo una parte de su cabeza. Sin embargo, si se mojaba la frente, lo completaba pasando las manos húmedas su turbante. Él nunca hacía la ablución sin enjuagarse la boca y aspirar agua por la nariz, y no existe reporte de que haya abandonado estas dos prácticas ni una sola vez. Asimismo, él jamás abandonó la secuencia de acciones y la continuidad en la ablución. Y se lavaba los pies si no tenía puestos calcetines de cuero o calcetines, y lavaba sus orejas por dentro y por fuera junto con la cabeza.

Todo jadiz reportado en relación a los adkar[5] de la ablución es falso, excepto decir «Bismil-lah»[6] al principio de la misma, y las siguientes palabras:


Atestiguo que nadie es merecedor de adoración sino solo Al‑lah, y atestiguo que Mujámmad es Su siervo y Mensajero. ¡Oh, Al‑lah! Hazme de aquellos que acuden [a ti] arrepentidos, y hazme de aquellos que se purifican.

Hay otro jadiz en Sunan an-Nasaí[7]:


Gloria a Ti, ¡Oh, Al‑lah!, y alabanzas y agradecimientos. Atestiguo que nadie es merecedor de adoración sino tolo Tú. Busco Tu perdón y acudo a Ti arrepentido.

El Profeta e nunca dijo al comienzo de la ablución «tengo la intención de…», y ninguno de los compañeros lo hizo tampoco, y jamás repitió el lavado de sus miembros más de tres veces.


Asimismo, no se ha informado de forma auténtica que se haya lavado por encima de los codos ni de los tobillos, ni tampoco era práctica habitual suya secar sus miembros.

Él solía pasarse los dedos húmedos por la barba, pero no era su práctica habitual. También solía lavarse entre los dedos de manos y pies, pero no lo hacía siempre. En cuanto a mover el anillo, se ha informado un jadiz débil al respecto.


Se ha informado que, cuando se hallaba en casa o cuando estaba de viaje, pasaba la mano húmeda por encima de las medias, siendo el tiempo para el residente de un día y una noche, y para el viajero de tres días y tres noches. Él solía pasar la mano húmeda por la parte superior de las medias, su turbante y su frente, contentándose con eso; es posible que esto fuera solo en circunstancias especiales dictadas por la necesidad, y también es posible que fuera algo general —y esto último es lo más probable.


Él no actuó en contradicción con las circunstancias de sus pies, sino que si tenía puestos calcetines de cuero, los humedecía, y si tenía los pies desnudos, los lavaba.

Realizaba la ablución seca[8] golpeando el suelo sobre el que iba a rezar, una vez por sus manos y por su cara[9], sin importar si era polvo, tierra o arena. Y se ha reportado que él dijo:

Siempre que le llegue el momento de la oración a cualquier persona de mi nación, ella tiene [en la tierra] su mezquita y los medios para purificarse.

Cuando viajó con sus compañeros t durante la campaña de Tabuk[10], cruzaron desiertos y el agua comenzó a escasear, y no se informó que él llevara polvo consigo, ni que hubiera pedido a ninguno de sus compañeros que lo hiciera, ni que alguno de ellos lo hubiera hecho, y si alguien reflexiona sobre esto, debe afirmar que él realizó la ablución seca con arena.

No existe reporte auténtico de que el Profeta e haya realizado la ablución seca para cada oración (es decir, que la haya renovado) ni que hubiera ordenado hacerlo; él declaró que era general y afirmó que tomaba el lugar de la ablución.



[1] Al-mud (المُدّ): Aproximadamente dos tercios de litro.

[2] Madmada (مضمضة).

[3] Istinchak (استنشاق).

[4] Istinzar (استنثار).

[5] Adkar (اذكار, singular díker ذکر): Mencionar el nombre de Al‑lah utilizando cierta fórmula.

[6] Bismil-lah (بسم الله): «En el nombre de Dios».

[7] Sunan an-Nasaí (سنن النسائي), también conocido como as Sunan as Sugra (السنن الصغرى), es uno de los seis principales libros de jadices; fue recopilado por Ájmad an-Nasaí (أحمد النسائي). [Nota del Traductor]

[8] Taiamum (تيمم‎).

[9] Narrado en Sajij al-Bujari (صحيح البخاري) y en Sajij Múslim (صحيح مسلم) de Amar ibnu Iasir (عمار بن یاسر).

[10] Tabuk (تبوك‎): Región al noroccidente de Arabia Saudita, a donde se dirigieron los musulmanes para enfrentar a los bizantinos. [Nota del Traductor]

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