Lo reprochable de adorar a Alá ante la tumba de un piadoso, y cómo sería de severo el reproche si lo adorara
‘Aisha [Alá se complazca con ella] relató que Umm Salama [Alá se complazca con ella] le mencionó al Mensajero de Alá [la paz y las bendiciones de Alá sean con él] sobre una iglesia que había visto en Etiopía en la cual había imágenes. El Mensajero de Alá [la paz y las bendiciones de Alá sean con él] le dijo: “Aquellos cuando muere un hombre piadoso, construyen un lugar de adoración sobre su tumba y lo decoran con pinturas. El Día del Juicio ellos serán las peores criaturas ante Alá”[1].
Estas personas combinaron dos males: Realizar actos de adoración ante las tumbas y llenarlas de imágenes y estatuas.
Relató ‘Aisha [Alá se complazca con ella] que cuando el Mensajero de Alá [la paz y las bendiciones de Alá sean con él] se encontraba próximo a su último hálito de vida cubrió su rostro con un lienzo y al sentirse incomodo descubrió su rostro y en ese estado dijo: “Que Alá maldiga a los Judíos y a los Cristianos por haber convertido las tumbas de sus profetas en lugares de adoración”. Luego agregó [‘Aisha]: “Advirtió sobre lo que hicieron, y de no haber sido por su advertencia su tumba estaría en un lugar destacado, pero no pudo ser por temor a que se la tomase como mezquita”[2].
Dijo Yundub Ibn ‘Abdullah [Alá se complazca de él]: “Escuché al Profeta [la paz y las bendiciones de Alá sean con él] cinco días antes de su muerte decir: “Yo soy inocente ante Alá de haber tomado a alguno de vosotros como amigo [Jalíl], ya que Alá me ha tomado como Su amigo, así como tomó al Profeta Abraham como amigo, y de haber tomado a alguien de mi comunidad como amigo, habría escogido a Abú Bakr. Aquellos que os precedieron tomaron las tumbas de sus profetas y santos como lugares de adoración. No convirtáis las tumbas en lugares de adoración [mezquitas], yo os prohíbo hacerlo”[3].
Esta prohibición se produjo durante los últimos días de su vida [la paz y las bendiciones de Alá sean con él] y a continuación maldijo a quien lo hiciera. La oración ante una tumba tiene el mismo veredicto, aunque no se construya una mezquita sobre ella, porque a ello alude [las palabras de ‘Aisha]: “...pero no pudo ser por temor a que se la tomase como mezquita”. Los Sahaba no irían a construir una mezquita alrededor de su tumba [la paz y las bendiciones de Alá sean con él], sino que el significado al que alude es que cualquier lugar en el que se hace realiza la oración se ha tomado como mezquita. Porque todo lugar en que se realiza la oración [Salat] se denomina [en idioma árabe] mezquita. Tal como dijera el Mensajero de Alá [la paz y las bendiciones de Alá sean con él]: “Me fue concedida toda la superficie de la tierra como mezquita, y elemento de purificación”[4].
Narró Ibn Mas’úd [Alá se complazca de él] que el Mensajero de Alá [la paz y las bendiciones de Alá sean con él] dijo: “Las peores personas son aquellas a las que les sobrevenga la hora [el último día] y aquellos que toman las tumbas como lugares de adoración”[5].
CONCLUSIONES:
- La advertencia del Mensajero de Alá [la paz y las bendiciones de Alá sean con él] para quien construye una mezquita para adorar a Alá sobre la tumba de un santo, aunque su intención sea buena.
- La prohibición de realizar estatuas y la gravedad del hecho.
- La importancia del énfasis puesto por Mensajero de Alá [la paz y las bendiciones de Alá sean con él] en este asunto. En primera instancia informó serenamente, y cinco días antes de su muerte evidenció la gravedad de tal proceder.
- El Profeta [la paz y las bendiciones de Alá sean con él] prohibió que se realicen actos de adoración ante su tumba antes de que esta existiese.
- La construcción de lugares de adoración sobre las tumbas de los profetas y los santos es costumbre de los judíos y los cristianos.
- Por esto invocó la maldición sobre ellos.
- Su objetivo era advertir a los musulmanes para que no realicen tales actos sobre su tumba.
- Esta es la razón por la cual su tumba no se encuentra en un lugar destacado.
- El significado de tomar la tumba como mezquita.
- El profeta [la paz y las bendiciones de Alá sean con él] comparó entre aquellos que toman las tumbas como lugares de adoración, y la gente que será alcanzada por el fin del mundo, y mencionó los caminos que conducen a la idolatría y sus consecuencias.
- Las palabras del Mensajero de Alá [la paz y las bendiciones de Alá sean con él] cinco días antes de morir son una refutación a las dos peores sectas innovadoras, siendo que algunos sabios las consideran fuera de las setenta y dos sectas. Estas dos sectas son la Rafidah[6] y la Yahmiah[7]. La secta Rafidah fue la primera en introducir la idolatría, la construcción de mezquitas sobre las tumbas y su adoración.
- La agonía que sufriera el profeta [la paz y las bendiciones de Alá sean con él] antes de su muerte.
- Alá [Alabado sea] lo honró [la paz y las bendiciones de Alá sean con él] con el estado de la amistad [Jul-lah].
- La evidencia que la amistad [Jul-lah] es un estado superior al del amor [Mahabbah].
- La evidencia de que Abú Bakr [Alá se complazca de él] es el mejor de los Sahaba.
- La indicación del Profeta de que Abú Bakr debía ser su sucesor [Califa]
[1] Transmitido por Bujari y Muslim
[2] Transmitido por Bujari y Muslim
[3] Transmitido por Bujari y Muslim
[4] Transmitido por Bujari y Muslim
[5] Transmitido por Ahmad, At-Tabarani y Al-Bazzar, la cadena de transmisión de este Hadiz es aceptable (Hasan).
[6] Nota del Traductor: Mas conocida como Shia o escuela Shiíta, fueron llamados Rafidah (en árabe rechazar) por haber rechazado a ‘Ali Ibn Hussain (Zhain al-‘Abidín, bisnieto del Profeta) o por haber rechazado la Sunnah.
[7] Nota del Traductor: La secta Yahmiah basa su doctrina en apartados de la filosofía griega e hindú y por lo tanto niega la existencia de todos los nombres y atributos de Alá.