Los Nombres de Dios (parte 2 de 3): El Más Misericordioso
En el Nombre de Dios (Allah), el Más Clemente, el Más Misericordioso.
Este artículo comienza en la misma forma en la que los musulmanes comienzan con muchas de sus tareas. Antes de comenzar incluso la más mundanal de las tareas de la vida, como comer, beber, vestirse o bañarse, el musulmán convertirá sus esfuerzos en un acto de adoración al mencionar el Nombre de Dios. Él (Dios) es el Más Clemente y el Más Misericordioso, Su misericordia abarca a todas las cosas, y es la fuente de toda la compasión y la misericordia que existe. Dios nos dice en el Corán:
“Mi misericordia lo abarca todo”
(Corán 7:156)
Por las palabras del Profeta Muhammad, sabemos que cuando Dios decretó la creación dijo: “…y Mi misericordia supera a Mi ira”. (Sahih Bujari yMuslim) ¿Qué es exactamente la misericordia? El diccionario la define como la disposición a ser bueno y compasivo, y el sentimiento que motiva a la compasión.[1] El término árabe para misericordia es rahmah, y dos de los más importantes Nombres de Dios derivan de esta palabra. Ar-Rahman: el Más Clemente; y Ar-Rahim: el Más Misericordioso. La misericordia de Dios es esa cualidad sutil que involucra la gentileza, la piedad, el cuidado, la consideración, el amor y el perdón. Cuando estas cualidades son observadas en este mundo, ellas son un mero reflejo de la misericordia de Dios hacia Su creación.
El Profeta Muhammad nos informó que Dios es más misericordioso hacia Sus criaturas que lo que una madre es con su hijo (Sahih Bujari y Muslim) y, de hecho, la palabra árabe para matriz, rahim, deriva de la misma raíz que misericordia rahmah. Es significativo que haya una única conexión entre la misericordia de Dios y la matriz. Dios nos alimenta y nos da refugio, justo como la matriz da alimento y da refugio al bebé antes de nacer.
El Profeta Muhammad explicó la cualidad de la misericordia a sus compañeros, diciéndoles que Dios tiene cien partes de misericordia, y ha descendido una parte para ser compartida entre la creación. Por esto es que la gente es compasiva y amable unos con los otros, y por lo que los animales tratan a sus crías con compasión. Sin embargo, Dios mantuvo consigo las otras 99 partes para ser otorgadas a los creyentes en el Día del Juicio
(Sahih Muslim)
Todas las criaturas se muestran amor y compasión unas a otras por esta porción de misericordia. Los seres humanos dan voluntariamente al pobre y necesitado, las familias se apoyan y aman unos a otros, y los animales protegen a sus crías. La misericordia y la compasión generalmente toman en cuenta la necesidad de aliviar el sufrimiento y de propagar la amabilidad y la alegría. Aunque este mundo a veces parece ser un lugar oscuro y triste, la misericordia de Dios puede ser vista y sentida por aquellos que piensan y reflexionan. La lluvia cae, el sol brilla, una niña trata de alcanzar la mano de su padre y un gatito se arrima a la tibieza protectora de su madre. La misericordia de Dios es fuerte y visible a nuestro alrededor; sin embargo, en el Día del Juicio Él completará su misericordia añadiendo las 99 partes restantes y otorgando misericordia, amor y compasión sobre aquellos creyentes que hicieron acciones virtuosas y trataron de complacer a Dios en todos sus asuntos. Este concepto es asombrosamente inspirador; la misericordia de Dios no conoce límites.
Como un signo de la infinita misericordia de Dios hacia la humanidad, Él envió Profetas y Mensajeros para guiarnos y ayudarnos a permanecer en el camino recto que lleva al Paraíso eterno. Dios dijo que El envió al Profeta Muhammad a la humanidad entera como una misericordia.
“Te hemos enviado como misericordia para el mundo”.
(Corán 21:107)
El Profeta Muhammad fue la encarnación de la misericordia; él mostró compasión hacia aquellos a su alrededor, su familia, los huérfanos, sus amigos y los extraños. Dios le habló diciendo:
“Por misericordia de Dios eres compasivo con ellos. Si hubieras sido rudo y duro de corazón se habrían alejado de ti; perdónales, pide perdón por ellos y consúltales en las decisiones. Pero cuando hayas tomado una decisión encomiéndate a Allah. Allah ama a quienes se encomiendan a Él”
(Corán 3:159)
El Profeta Muhammad podía ser con frecuencia escuchado invocando la misericordia de Dios para los creyentes. Los musulmanes se saludan los unos a los otros diciendo: Assalamu alaikum wa Rahmatullah (Que la paz y la misericordia de Dios estén contigo). La misericordia y todo lo que ella invoca es un concepto muy importante en el Islam, porque de ella parten la generosidad, el respeto, la tolerancia y el perdón, todas las cualidades que se espera que un musulmán cultive en esta vida.
Como frágiles seres humanos, con frecuencia nos sentimos perdidos y solos en un mundo que parece despojado de misericordia y es en esos tiempos que necesitamos volvernos hacia Dios y buscar Su misericordia y perdón. Cuando nos volvemos hacia Él en verdadera sumisión, Su tranquilidad desciende sobre nosotros y somos capaces de sentir la cualidad de Su misericordia y verla manifiesta en el mundo alrededor de nosotros.
La mano que se extiende hacia ti en la oscuridad es un reflejo de la misericordia de Dios, y lo mismo es la palabra amable de un extraño, la lluvia que cae sobre la tierra seca y la alegría en los ojos de un niño. La misericordia de Dios es la fuente de todo lo que es bueno, gentil y piadoso. Dios nos ha permitido entender en alguna medida Su Magnificencia al revelar Sus más bellos Nombres, Él tiene varios que indican Su misericordia y somos alentados a llamarlo por estos nombres.
Ar-Rahman (el Más Clemente), Ar-Rahim (el Más Misericordioso), Al-Barr (la Fuente de la Bondad), Al-Karim (el Más Generoso), Al-Yawaad (el que da sin límites), Al-Ra’uf (el Compasivo), Al-Wahhaab (el Otorgador).
“A Dios pertenecen los nombres [y atributos] más sublimes, invocadle pues con ellos. Y apartaos de quienes blasfeman con ellos y los niegan; éstos serán castigados por lo que hicieron”
(Corán 7:180)
Nosotros invocamos a Dios por estos nombres cuando sentimos la necesidad de dar gracias por las incontables bendiciones que Él nos ha otorgado o en nuestras horas de necesidad. Ansiamos la misericordia de Dios más insistentemente cuando estamos en necesidad de consuelo y seguridad. Cuando la fugacidad de este mundo parece habernos dejado sin poder, el Más Poderoso (Dios) siempre, y para siempre nos cubrirá con Su misericordia, y sólo pide a cambio que creamos en Él y que lo adoremos sólo a Él.