Los Nombres de Dios (parte 3 de 3): ¡E invocadlo por Sus Nombres!
Dios (Allah) tiene muchos nombres, y todos ellos indican Su Grandeza, Su Perfección y Su Majestad. El Profeta Muhammad dijo: “Dios tiene noventa y nueve nombres, cien menos uno; quien los aprenda entrará al Paraíso”.[1] Aprender involucra no sólo la memorización sino apreciar sus significados e invocar a Dios con ellos.
Aprender y, por lo tanto, conocer los Nombres de Dios lleva a la humanidad a entender que fue creada para adorar sólo a Dios y para vivir de acuerdo con Sus mandamientos. Este conocimiento le permite a la humanidad poner en acción su entendimiento de Dios y la inspira a vivir una vida de rectitud. Entender los significados de los Nombres de Dios libera a la humanidad de adorar a cualquier ser creado.
Cuando una persona aprende que Dios es Al-Ahad (El Uno y Único), no equiparará nada más con Él; cuando aprende que Él es Al-Razzaq (El Proveedor), no buscará provisión de nadie más sino de Él; cuando aprende que Él es Al-Gaffar (El Perdonador), será a Dios solamente a Quien se volverá para pedir perdón.
El Profeta Muhammad enfatizó la importancia de invocar a Dios por Sus más bellos Nombres. En sus súplicas a Dios, decía: “Oh Dios, te pido por medio de cada Nombre con el que te has Nombrado a Ti mismo o que has revelado en Tu libro o que has enseñado a cualquiera de Tu creación o que has mantenido en Tu conocimiento exclusivamente”.[2] Nosotros somos alentados a invocar a Dios por el nombre que es específico a la clase de cuidado y ayuda que necesitamos.[3]
El nombre Rabb (Señor) es repetido en muchos versículos del Corán. El Rabb guía y cuida a todos los creyentes; Él maneja sus asuntos y otorga bendiciones como Él desea. En el idioma español no hay equivalente real para la palabra Rabb. Es con frecuencia traducida como “Señor”, pero esta palabra no hace justicia con el alcance y profundidad del significado encontrado en la palabra árabe Rabb. Esta significa el Único Señor del universo entero, su Creador, Sustentador, Conservador y Dador de seguridad.
Los nombres Al-Hakim (El Sabio) y Al-Hakam (El Juez) indican que Dios es la fuente de toda la sabiduría, en Su creación y en Sus mandatos, y es el Juez de todas las cosas. Él es el Único, Quien creó todo, y por lo tanto sólo Él tiene la verdadera sabiduría de su creación. Él juzga a la humanidad por Su Ley, Su decreto y da Su recompensa o Su castigo. Él juzga con justicia y no oprime ni en lo más mínimo. A ninguna persona se le hace cargar el pecado de otro. Dios es justo en todas Sus decisiones.
“¿Acaso pretenden un juicio pagano? ¿Y quién mejor juez que Allah para quienes están convencidos de su fe?”
(Corán 5:50)
“Allah juzgará entre vosotros el Día del Juicio sobre aquello que discrepasteis”
(Corán 22:69)
El Nombre de Dios Al-Quddus (El Santo) implica el Único que es Bendito y Puro. Los ángeles lo santifican, y es alabado por Sus virtudes y Su bondad. Dios es El Santo porque está muy por encima de tener opositores, rivales, socios o hijos. Él es perfecto, no tiene faltas ni defectos. Él está muy lejos de que algo esté próximo a Él o sea como Él en algún aspecto:
“No hay nada ni nadie semejante a Allah, y Él todo lo oye, todo lo ve”
(Corán 42:11)
“Y no hay nada ni nadie que sea semejante a Él”
(Corán 112:4)
Entre los Nombres de Dios están Al-Mu’ti (El Dador) y Al-Mani’ (El Retenedor). Nadie puede retener lo que Él da, y nadie puede dar lo que Él retiene. Él es el Único que da a quien Él desea y retiene de quien Él desea.
El Profeta Muhammad dijo a uno de sus jóvenes compañeros:
“Sabe que si todos fueran a unirse para beneficiarte con cualquier cosa, ellos te beneficiarían sólo con algo que Allah ya ha prescrito para ti. Y si ellos se juntaran para hacerte daño, ellos sólo te harían daño con algo que Allah ya ha prescrito para ti”
(At-Tirmidi)
Dios es Al-Shakir (El Remunerador) y Al-Shakur (El Apreciativo). Él es Quien aprecia incluso la más pequeña acción, y perdona los más grandes errores. Él incrementa las buenas acciones y aprecia a aquellos que le dan las gracias. Dios recuerda a aquellos que los recuerdan a Él.
“Y dirán: ¡Alabado sea Allah, que ha hecho desaparecer toda tristeza de nosotros! En verdad nuestro Señor es Absolvedor, Agraciador’”
(Corán 35:34)
De lo dicho por el Profeta Muhammad, aprendemos que:
“Dios ha registrado las buenas acciones y las malas. Aquel que tenía la intención de hacer una buena acción y no la hizo, Dios la registra como una buena acción completa; pero si tenía la intención de hacerla y la hizo, Dios la registra como diez buenas acciones, hasta setecientas veces o muchas más. Sin embargo, si tenía la intención de hacer una mala acción y no la hizo, Dios la registra como una buena acción completa; pero si tenía la intención de hacerla y la hizo, Dios la registra como una sola mala acción”
(Sahih Al-Bujari, Sahih Muslim)
Dios es el Único que guía a la humanidad al camino que la beneficiará y Él la protege. Dios es Al-Hadi (El Guía). Él es la única fuente de guía y de Quien toda la protección emana. La guía de Dios causa que los corazones se llenen de piedad y rectitud. Él es la Luz que guía en la oscuridad.
“La guía y el socorro de Allah te es suficiente”
(Corán 25:31)
Esto son tan sólo algunos de los Nombres de Dios que pueden ser encontrados en el Corán y en los dichos auténticos del Profeta Muhammad. Ustedes encontrarán muchos de estos Nombres y Atributos al final de los versos del Corán. Cuando tratamos de alcanzar a Dios, Él nos alcanza a nosotros. Cuando nosotros lo invocamos, Él oye y responde. El Profeta Muhammad dijo que cuando hablamos acerca de Dios –Allah, el Más Clemente, el Más Poderoso, el Más Misericordioso–, habla a Su creación en el tercio final de la noche, diciendo:
“¿Quién está diciendo una oración para que Yo pueda contestarle? ¿Quién está pidiendo algo de Mí que Yo pueda concederle? ¿Quién me está pidiendo perdón para que Yo pueda perdonarlo?”[4]
- Sahih Al-Bujari
- Ahmad, clasificado Sahih por Al-Albani
- Las siguientes definiciones son derivadas de Taisir Al-Karim Al-Rahman fi Tafsir Kalam Al-Mannan, del Sheij ‘Abd Al-Rahman Al-Sa’di.
- Sahih Al-Bujari, Sahih Muslim, Malik, At-Tirmidi, Abu Dawud