No hay excusa para quien abandona la verdad por seguir a sus padres
Al-lah, el Magnífico y Majestuoso, ha revelado que muchos evitan abrazar el islam por miedo a su entorno social.
Muchos rechazan el islam porque son reacios a cambiar las creencias recibidas de sus antepasados y a las que están acostumbrados; y a muchos les impide aceptar la verdad el fanatismo y la defensa de las falsedades que heredaron.
Estas personas no tendrán justificación alguna; comparecerán ante Al-lah sin argumentos válidos.
No es válido para un ateo justificar su postura diciendo que seguirá siendo ateo porque nació en una familia atea. Debe utilizar la razón que Al-lah le otorgó, contemplar la magnificencia de los cielos y la tierra y reflexionar con el intelecto que su Creador le proporcionó para reconocer que el universo tiene un Creador. De igual manera, aquellos que adoran piedras e ídolos no tienen excusa en seguir ciegamente a sus ancestros; deben buscar la verdad y cuestionarse: ¿Cómo puedo adorar algo que no me escucha, no me ve y no puede beneficiarme en nada?
Del mismo modo, el cristiano que cree en conceptos que contradicen la lógica y la naturaleza humana debe preguntarse: ¡¿Cómo es posible que el Señor permita que su hijo inocente sea sacrificado por los pecados de otros?! Esto es injusto. ¡¿Cómo pueden los seres humanos crucificar y matar al hijo de Dios?! ¡¿No tiene acaso el Señor el poder de perdonar los pecados de la humanidad sin necesidad de sacrificar a su hijo?! ¡¿No es capaz el Señor de proteger a su propio hijo?!
El deber de una persona razonable es seguir la verdad y no imitar a sus antepasados en el error.
Al-lah el Altísimo dice:
﴿وَإِذَا قِیلَ لَهُمۡ تَعَالَوۡا۟ إِلَىٰ مَاۤ أَنزَلَ ٱللَّهُ وَإِلَى ٱلرَّسُولِ قَالُوا۟ حَسۡبُنَا مَا وَجَدۡنَا عَلَیۡهِ ءَابَاۤءَنَاۤۚ أَوَلَوۡ كَانَ ءَابَاۤؤُهُمۡ لَا یَعۡلَمُونَ شَیۡـࣰٔا وَلَا یَهۡتَدُونَ﴾{Cuando se les dice: "Tomen lo que Al-lah ha revelado y sigan al Mensajero", dicen: "Nos basta con lo que nos transmitieron nuestros padres", a pesar de que sus padres eran ignorantes y no estaban bien encaminados}
[Corán, 5:104].