ser paciente ante el designio de Alá Es parte de la fe
Dijo Alá [Alabado sea]:
“No sucede ninguna desgracia si Alá no lo permite. Él dirige el corazón de quien cree en Alá. Alá es de toda cosa conocedor” [64:11]
Dijo ‘Alqama: “Es aquella persona que al ser alcanzado por una calamidad, reconoce que esta proviene de Alá, se contenta [con Su decreto] y somete [a Su voluntad]”.
Narró Abú Hurairah [Alá se complazca de él] que el Mensajero de Alá [la paz y las bendiciones de Alá sean con él] dijo: “Dos asuntos representan actos de incredulidad: Insultar los ancestros, y las lamentaciones [gritos exagerados] por el muerto”[1].
Narró Ibn Mas’úd [Alá se complazca de él] que el Profeta de Alá [la paz y las bendiciones de Alá sean con él] dijo: “No es de los nuestros quien golpea sus mejillas, rasga sus vestiduras o utiliza expresiones de la época pagana pre-islámica”[2].
Registró Anas [Alá se complazca de él] que el Mensajero de Alá [la paz y las bendiciones de Alá sean con él] dijo: “Para el siervo que Alá quiere el bien, apresura su castigo durante la vida mundanal; y para el siervo que Alá quiera el mal, le aplaza sus pecados, para que pague por ellos el Día de la Resurrección”[3].
Dijo el Profeta [la paz y las bendiciones de Alá sean con él]: “La gran recompensa es fruto de grandes agobios. Si Alá ama a un pueblo lo agobia con dificultades, quien se complazca [con Su decreto] tendrá la complacencia [de Alá] y quien se indigne tendrá la ira [de Alá]”[4].
CONCLUSIONES:
- La interpretación de la Aleya [64:11].
- La complacencia en los designios de Alá es parte de la fe [imán]
- La prohibición de insultar los ancestros.
- El terrible castigo prometido a quienes se golpean sus mejillas, rasgan sus vestiduras o utilizan expresiones de la época era pagana pre-islámica.
- El signo por el cual se distingue que Alá quiere el bien para su siervo.
- El signo por el cual se distingue que Alá quiere el mal para el siervo.
- El signo que demuestra el amor de Alá por su siervo.
- La prohibición de enojarse ante el designio decreto divino.
- La recompensa prometida a quien es paciente y se complace ante las calamidades.