Conceptos de Rectitud (Birr)
Conceptos de Rectitud (Birr)
El Islam previene, en todo momento, contra los conceptos y rituales superficiales, contra las formalidades vacías y las creencias ineficaces. Dios explica en un versículo representativo el pleno significado de la rectitud, en los términos siguientes
"La piedad no sólo consiste en que orientéis vuestros rostros hacia el Levante o el Poniente, sino que la verdadera piedad es la de quien cree en Dios, en el día del juicio Final, en los ángeles, en el Libro, en los profetas; en invertir su hacienda en caridades, por amor a Dios, a sus parientes, a los huérfanos, a los menesterosos, a los viajeros, a los mendigos, y en el rescate de cautivos. Quienes observan la oración, pagan Al Zakat, cumplen con sus compromisos contraídos, son pacientes, tanto en la miseria como en la adversidad, o durante el combate. ¡Estos son los verdaderos creyentes, y estos son los timoratos! (Corán, 1:177)
En este versículo se da una hermosa y clara descripción del hombre recto. Debe respetar todas las reglas saludables y fundamentar sinceramente su vida en el amor de Dios v el amor al prójimo por amor a Dios. Aquí encontramos cuatro elementos: (I) nuestra Fe debe ser auténtica y sincera (II) hemos de estar dispuestos a dar testimonio de ella en obras de caridad y amabilidad con nuestro prójimo, (III) debemos ser buenos ciudadanos dando apoyo a las instituciones benéficas y a las organizaciones comerciales y (IV) debemos ser constantes e inconmovibles en cualquier circunstancia.
Por consiguiente, queda claro que la rectitud no es tan sólo una cuestión de propuestas vacías. Debe basarse en una fe sólida y en la práctica constante. Debe abarcar et pensamiento y la acción de la persona y trascender a su vida interior y exterior, a sus asuntos individuales y comunes. Cuando se establece el principio islámico de la rectitud, éste lleva la paz al individuo en todas las circunstancias, aporta seguridad a todos los niveles de la sociedad, solidaridad a la nación y esperanza y armonía a la comunidad internacional.
¡Qué apacible y gozosa puede ser la vida, cuando las personas ponen en práctica el concepto islámico de la rectitud! Qué puede haber más tranquilizador que la fe en el Creador Benéfico y el comprometerse en tan valiosa causa? Qué puede haber más humano que mitigar las recónditas ansiedades de los sojuzgados, aliviar los sufrimientos de los explotados y dar respuesta a las necesidades de los desvalidos? Qué hay más metódico y honrado que el cumplimiento de los compromisos, la preservación de la conciencia clara y el mantenimiento de la integridad? Y qué proporciona goces más espirituales que hacer todo ello con regularidad, como algo cotidiano, y por amor a Dios?