Sobre la Justicia y Sencillez del Islam - Parte 1
Sobre la Justicia y Sencillez del Islam - Parte 1
Primer Jutba:
Las alabanzas son para Al-lah, el Bondadoso y Dadivoso, Aquel que ha favorecido a Sus siervos con todo tipo de bendiciones, conoce la naturaleza del hombre y por ello fue misericordioso con él, estableció la ley y la facilitó, ordenó al hombre aquello que puede soportar, y esto demuestra Su gran bendición y generosidad. Y atestiguo que no hay nada ni nadie con derecho a ser adorado excepto Al-lah, Único, sin asociados, y atestiguo que Muhammad es Su siervo y Mensajero, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, con su familia y compañeros, y con todos aquellos que sigan su guía hasta el Día del Juicio Final.
Procediendo:
¡Hermanos musulmanes! Teman a Al-lah, Alabado sea, y reconozcan Sus numerosas bendiciones para con ustedes al haber establecido diversos actos de adoración a fin de llegar a los más altos niveles y rangos. Él nos ha legislado actos de adoración muy fáciles como bendición para el cuerpo, el corazón, la vida y el más allá, y Al-lah no exige a nadie por encima de sus posibilidades.
Si reflexionamos en los actos de adoración físicos, vemos que no requieren de nosotros ni de nuestro tiempo excepto lo mínimo; del mismo modo sucede con los actos de adoración relacionados con el dinero. En cambio, los beneficios de estos escasos actos de adoración y de esta insignificante cantidad de dinero son muy grandes, son inmensos, y el mejor beneficio es la obtención de la felicidad en esta vida y la otra. Y a pesar de todos estos beneficios, descuidamos nuestros actos de adoración pero sí exageramos en la búsqueda de los placeres y deseos mundanales, les dedicamos paciencia y tiempo con tal de conseguirlos todos, aun sabiendo que no perdurarán para siempre y que moriremos; lo que sí perdurará para nosotros son las buenas acciones al obtener su recompensa el Día del Juicio, pero aun así vemos que muchos se distraen cuando llega el tiempo de la oración, y si se levantan a rezar la realizan apresuradamente, infravalorándola, sin concentración ni sosiego ni tranquilidad.
Sus cuerpos están presentes pero sus mentes distraídas con la vida mundanal, terminan su oración y no recuerdan nada de ella; pero si se les pide un proyecto mundano los vemos dándole su merecido tiempo, pensando bien en ello, ocuparán todo su ser en pro de ese proyecto, aunque ello les suponga perder mucho de su tiempo. ¿Acaso es justo y racional que la persona descuide las acciones de la otra vida pero sí se concentre y complete las de esta vida, sabiendo que éstas son efímeras mientras que las de la otra vida son las perdurables? Dijo Al-lah, Alabado sea:
{Los bienes y los hijos son parte de los encantos de la vida mundanal, [que éstos no os hagan olvidar de lo que Al-lah ha ordenado. Utilizad bien vuestras riquezas y educad correctamente a vuestros hijos,] pues las obras que a Al-lah Le complacen son las que perduran y tienen gran recompensa} [Corán 18:46].
Se le ordena al hombre que pague el Zakat (impuesto social obligatorio destinado a los pobres) pero éste se vuelve tacaño y avaro, y si lo paga suele ser de forma incompleta, por lo que sigue sin cumplir con esta obligación. Mientras que si se trata de algún asunto mundanal, vemos que se le torna muy fácil dar de su dinero, y quizás en algo que puede ser una desgracia para él o lo debilite en su religión. ¡Cuánto dinero gasta en cosas innecesarias para entretenimiento y diversión! ¡Y qué poco para algo obligatorio como el Zakat, las expiaciones y la familia! ¿Es justo esto?
A muchas personas se les hace muy dificultoso dar de su dinero y esfuerzo para peregrinar al recinto sagrado de la Meca, pero se le hace muy fácil gastar su dinero, su cuerpo y esfuerzo en viajes turísticos a diversos países o ciudades, conllevando ello –en algunas ocasiones– a alejarse de su familia e hijos, desperdiciando con esto su educación y el beneficio de estar con ellos.
Así, vemos que muchas personas, o la mayoría, son negligentes y descuidadas con los asuntos de la otra vida, pero descontroladas y exageradas con los asuntos de esta vida, y esto es una injusticia. Dice Al-lah, Alabado sea:
{En cuanto a quien se haya extralimitado y preferido la vida mundanal, ciertamente el Infierno será su morada. En cambio, quien haya temido la comparecencia ante su Señor y preservado su alma de seguir sus pasiones, por cierto que el Paraíso será su morada} [Corán 79:37-41]; y dijo, Alabado sea: {Pero vosotros [¡Oh, hombres!] preferís la vida mundanal. Y sabed que la otra vida es mejor y eterna} [Corán 87:16-17].
¡Estimados hermanos! No se les pide que abandonen completamente los asuntos mundanos, sería irracional que se les pida esto, ya que toda persona necesita trabajar para seguir subsistiendo; pero lo que sí se les pide es que no prioricen esta vida sobre la otra, de tal forma que sea su única preocupación, como si hubieran sido creados solamente para ella y fuera la morada eterna; por el contrario, tomen una parte de ella y obren para la otra vida de la mejor manera, y si realizan algún acto de adoración, perfecciónenlo y cúmplanlo de la mejor forma posible, tal como solían perfeccionar sus asuntos mundanos. Si no cumplen con esto, quedará evidenciado que aman esta vida más que la otra, y entonces habrán caído en el pecado y en la gran perdición.
¡Oh Señor Nuestro! Guíanos hacia aquello que amas y te complaces, y haz que nuestra conducta sea recta, perdónanos y a todos los musulmanes, ciertamente Tú eres el Perdonador, el Misericordioso.
Que Al-lah, Glorificado sea, nos bendiga con lo que leamos y entendamos del Corán, y nos beneficie con la compresión de Sus sabios signos.
Le pido a Al-lah, Glorificado sea, perdón por nuestras faltas. Háganlo ustedes también.