El amor devocional en el Islam - Primera Parte
El amor devocional en el Islam - Primera Parte
Dijo Alá : “Di: Si verdaderamente amáis a Alá ¡Seguidme! Y Alá os amará y os perdonará los pecados”. (3:31)
Esta Aleya se llama la Aleya del amor y la devoción. Se dice que un grupo de gente afirmó pretendidamente amar a Alá , y fue entonces cuando fue revelada la Aleya demostrando que el amor a Alá tiene una prueba y un resultado. La prueba es seguir al Mensajero de Alá y el resultado es el amor por el Profeta
.
Dice Alá: “Diles [¡Oh, Muhammad!]: Si vuestros padres, hijos, hermanos, esposas y familiares, los bienes que hayáis adquirido, los negocios que temáis perder y las propiedades que poseáis y os agraden son más amados para vosotros que Alá, Su Mensajero y la lucha por Su causa, pues entonces esperad que os sobrevenga el castigo de Alá”. (9:24)
Alá ordenó a su Profeta que advierta a aquellos que dan prioridad a sus familias, bienes, clanes, negocios y viviendas a cuanto les ha ordenado Alá y le complace.
Dijo Ibn Kazîr: “Es decir, si todas esas cosas os son más amadas que Alá, entonces tened por seguro que os alcanzará Su castigo.”
Todo esto demuestra la importancia de priorizar siempre aquello que ama y complace a Alá. Por eso se debe amar lo que ama Alá y odiar lo que odia Alá siguiendo siempre el ejemplo del Mensajero de Alá .
Dijo Alá : “¡Oh, creyentes! Si algunos de vosotros reniegan de su religión, Alá les suplantará por otros a los que amará y ellos Le amarán, y que serán compasivos con los creyentes, severos con los incrédulos, y combatirán por la causa de Alá sin temer algún reproche”. (5:54)
En esta Aleya se mencionan cuatro características:
La humildad para con los creyentes, es decir comprensivos, cariñosos, complaciente.
1. Pero estrictos y firmes con los incrédulos.
2. La lucha en el camino y la causa de Alá con las palabras, los bienes y los hechos, y todo esto es una demostración del amor y la devoción.
3. No temen a los reproches, y ésta es una prueba del amor incondicional y la devoción.
Dijo Alá : “Estos buscan el medio de acercarse más a su Señor, anhelan Su misericordia y temen Su castigo”. (17:57), en esta Aleya se mencionan tres estados:
1. El amor, que significa el anhelo de Su cercanía y complacencia.
2. Acceder a Su complacencia a través de las obras piadosas.
3. El anhelo y el temor.
El siervo se esfuerza por alcanzar la complacencia y la cercanía de su Señor, y ésto es consecuencia del amor y la devoción por la esencia de Alá , incluso podríamos afirmar que este amor es el motor que impulsa el anhelo de la cercanía.
La secta Yahmîah y aquellos que niegan los nombres y atributos de Alá niegan la existencia de todo lo anteriormente mencionado, ya que ellos niegan que Alá ame, porque amar es una acción. De esa manera asesinaron la vida y regocijo del corazón y el deleite del espíritu, el mas sublime amor que contiene esta vida y la otra. Ésta es la causa por la que sus corazones son duros y vacíos de todo amor, y los castigó Alá con la lejanía, un velo los separa de conocer a su Señor, tampoco recuerdan los nombres y atributos de Alá salvo al momento de negarlos, ya que consideran la mera mención de los atributos y nombres el peor de los pecados. Pero quien encuentra en su corazón la devoción por Alá y el amor, comprende el desvío en el que han caído y la razón de la dureza de sus corazones.
La mejor definición hecha sobre el significado del amor devocional fue expresada por Al-Yunaîd. Dijo Abû Bakr Al-Katanî: “La definición del “amor devocional” fue discutida en la ciudad de La Meca, que Alá la llene de honor y prestigio, durante los días de la peregrinación (Hayy). Los distintos sabios emitieron sus opiniones al respecto, y Al-Yunaîd, que era el más joven de ellos, fue preguntado: “Dinos tu opinión iraquí”.
Entonces Al Yunaîd bajó la cabeza y con los ojos llenos de lágrimas dijo: “Un siervo que pierde la conciencia de sí mismo, entregado al recuerdo de su Señor, cumpliendo con cada una de sus obligaciones, observando a su Señor a través de su corazón, el cual se incendia de reverencia ante su luz, al degustar de la copa de su devoción, al descubrir la vergüenza ante lo oculto. Si luego habla lo hace por Alá, y si se pronuncia lo hace por Alá, y si obra lo hace por la orden de Alá, y si se detiene lo hace con Alá, todo su ser es de Alá, por Alá y junto a Alá”.
Ante estas palabras lloraron los sabios allí presentes y dijo uno de ellos: “¿Y quien de nosotros puede agregar algo a tal definición? ¡Que Alá te socorra, oh quien mejor de nosotros conoce a su Señor!”
Las obras que acercan al siervo a su Señor y lo entregan al amor devocional son diez:
1. La lectura y reflexión del Sagrado Corán, asimilando sus profundos significados y objetivos.
2. El acercamiento a Alá a través de las obras voluntarias después de cumplidas las obligatorias.
3. La permanencia en su recuerdo con la lengua, el corazón y los miembros del cuerpo, y el porcentaje de amor que alcance será conforme al de su recuerdo.
4. Priorizar el amor por el amado ante las seducciones de la pasión.
5. Abrir el corazón a los nombres y atributos de Alá, y sus manifestaciones, meditando en los parajes de tal sabiduría.
6. Observar las revelaciones de Su benevolencia, Sus gracias y favores, las aparentes y las ocultas.
7. Rendirse ante Su esencia divina.
8. Aprovechar el momento del descenso divino, recitando Su libro, culminando la noche con el arrepentimiento (taûbah) y la petición de perdón (istigfâr)
9. Acompañar a los amantes sinceros de Alá, meditando sobre sus más sublimes palabras, y no hablar a menos que sea estrictamente necesario y productivo para otros.
10. Alejarse de todo aquello que se interponga entre tu corazón y la presencia de Alá
Narró Anas que el Mensajero de Alá dijo: “Ninguno de vosotros completará su Fe hasta que yo sea más amado para él que su hijo, su padre y toda la humanidad”.
“Ninguno de vosotros completará su Fe” mínima obligatoria, hasta que el Mensajero de Alá le sea más amado que su propio ser. Se relata que ‘Omar Ibn Al Jattâb dijo: “¡Mensajero de Alá! Tú eres más amado para mí que todas las cosas excepto mi propio ser”, entonces le dijo el Profeta : “no habrá de ser completa tu Fe hasta que sea más amado para ti que tu mismo”. Dijo ‘Omar: “Ahora eres más amado para mí que yo mismo”. Dijo (el Profeta ): “Ahora ‘Omar se ha completado tu Fe” .
Quien alega amar al Profeta pero no sigue su ejemplo ni da prioridad a sus dichos frente a los del resto de la gente, es un mentiroso consigo mismo. Dijo Alá :
“Dicen [los hipócritas]: Creemos en Alá y en el Mensajero, y les obedecemos. Pero luego no obedecen porque realmente no son creyentes”. (24:47)
En esta Aleya se niega la existencia de Fe (Imân) de aquellos que se aparten de la obediencia al Mensajero de Alá . Todo musulmán ama acorde a su grado de Islam, así como todo musulmán debe ser creyente, aunque no sea creyente en su máxima expresión (es decir con su Fe completa), ya que ésto sólo lo alcanzan algunos.
Este Hadîz indica que las obras son parte integrante de la Fe (Imân), ya que el amor es una obra que tiene lugar en el corazón.