El buen trato a los padres : incluso después de la muerte
El Islam es una religión de justicia y compasión. Enseña la moralidad y prohíbe la mala conducta. Un estatus especial ha sido otorgado a las personas mayores, ellos son tratados con respeto y dignidad. Los musulmanes son alentados a honrarlos, y esto es especialmente cierto cuando se trata del trato a los padres. Aunque la muerte puede tomarnos a cualquier edad, los padres son frecuentemente personas mayores y como tales requieren cuidado y atención especial. Aunque los rigores de la edad avanzada pueden causar que los padres sean exigentes, impacientes o petulantes, el musulmán aún está obligado a tratarlos con amabilidad y a cuidarlos amorosamente. Dios vinculó el honrar a los padres con el mandato de creer en el monoteísmo.
“Adorad a Dios y no Le asociéis nada. Sed benevolentes con vuestros padres, parientes, con los huérfanos, los pobres, vecinos parientes y no parientes, el compañero, el viajero insolvente y con lo que posee vuestra diestra. Dios no ama al arrogante jactancioso.” (Corán 4:36)
Uno de los compañeros del Profeta Muhammad le preguntó acerca de las buenas acciones que Dios más amaba. El Profeta respondió: “La oración ofrecida en su tiempo específico y honrar a los padres...” (Sahih Bujari)
Los dichos del Profeta Muhammad abundan con palabras de sabiduría acerca de la obligación de ser obediente y amable con los padres. Una vez se oyó que él dijo:
“Que perezca, que perezca, que perezca”. Aquellos alrededor de él inmediatamente le preguntaron a quién se estaba refiriendo. El Profeta Muhammad replicó: “A aquel cuyos padres (uno o ambos) llegan a la vejez mientras él esté con vida y no entre al Paraíso (debido a su bondad hacia ellos)”. (Sahih Muslim)
El respeto por los padres es la llave de las puertas del Paraíso. Aplicando los mandatos de Dios y dando a los padres el afecto y el amor debido, recibimos la recompensa de la eterna dicha.
Acciones beneficiosas
Hay muchas maneras en que un musulmán puede continuar honrando y respetando a los padres luego de su muerte. Puede orar y hacer súplicas a Dios para que sea misericordioso con ellos; él puede pagar cualquier deuda terrenal que ellos hayan acumulado o deudas debidas a Dios, tales como ayunar o hacer la peregrinación (Hayy) o también pueden dar caridad en su nombre. Mantener los lazos familiares y de amistad son también maneras de continuar mostrando amor y respeto a los padres luego de su muerte, y el Islam cuidadosamente muestra qué acciones de parte de los vivos pueden ser beneficiosas. El Profeta dijo:
“Cuando una persona muere, todas sus acciones llegan a un fin excepto tres: una caridad continua, un conocimiento beneficioso y un hijo recto que orará por él”. (At Tirmidhi)
Un hombre entre los compañeros le preguntó al Profeta Muhammad:
“¿Hay algo de la bondad que le debo a mis padres que pueda ofrecerles luego de su muerte?” Él contestó: “Si, cuatro cosas: orar y pedir perdón por ellos, cumplir sus promesas, ser amable con sus amigos y mantener los lazos de familia que vengan sólo de su dirección”. (Ahmad, Abu Dawud e Ibn Mayah)
De esta forma, se entiende que la amabilidad y la gratitud que estamos obligados a mostrarles a nuestros padres deben ser continuadas incluso luego de su muerte. El Profeta Muhammad también nos contó acerca de un hombre que alcanzó un lugar muy elevado en el Paraíso. El hombre se sorprendió y preguntó cómo había logrado tal posición. Le fue informado:
“Porque tu hijo oró por tu perdón”. (Ibn Mayah)
Las llaves del Paraíso
La vida en el siglo 21 es agitada, y con frecuencia estamos abrumados por preocupaciones mundanas, tanto así que tendemos a olvidar que la moral y los modales hacen gran parte de esta forma de vida que es el Islam. La amabilidad a los padres es una obligación y haremos bien en recordar y emular el comportamiento de los primeros musulmanes. Ellos mantenían a sus padres en alta estima, los amaban y apreciaban siguiendo los mandamientos de Dios, y sabían que el Paraíso realmente yacía a los pies de sus madres. Estas no eran sólo palabras para nuestros predecesores, ellas eran las llaves del Paraíso.
Como ejemplo podemos observar el comportamiento de Abdullah, el hijo de Omar Ibn Al Jattab. En el camino a La Meca, Abdullah se encontró a un beduino. Éste lo saludó con la paz, le dio a montar la montura que él llevaba y le dio el turbante que él había estado llevado sobre su cabeza. Uno de los compañeros de Abdullah comentó: “Que Dios te guíe, ellos son simplemente beduinos y se contentan con poco”. Abdullah contestó: “El padre de este hombre fue un amigo cercano de mi padre, y yo oí al Mensajero de Dios decir: “La mejor forma de honrar a los padres es mantenerse en contacto con los amigos de su padre”.
El Islam reconoce la importancia de la unidad familiar, y una buena y amorosa relación entre padres e hijos es esencial. Luego de Dios, nuestros padres merecen nuestra gratitud y obediencia. El musulmán debe mostrar bondad y misericordia hacia sus padres. Solo hay una excepción a esto, si los padres esperan que sus hijos asocien algo a Dios o que hagan algo no permitido para el Islam, entonces el hijo no debe obedecerles; sin embargo, nada remueve la obligación de ser amable y respetuoso con ellos.