Eruditos cristianos reconocen las contradicciones en la Biblia : Introducción
“¡Ya verán los que escriben el Libro con sus manos y luego dicen: Esto proviene de Dios, para venderlo a vil precio! ¡Ya verán las consecuencias de lo que escribieron con sus propias manos! ¡Pobre de ellos por lo que cometieron!” (Corán 2:79)
“Y cuando se les presentó [a los judíos] el Mensajero de Dios corroborando lo que ya se les había revelado [La Tora], algunos arrojaron el Libro de Dios a sus espaldas sin saber lo que hacían”. (Corán 2:101)
“No añadáis a las palabras que yo os mando, ni quitéis de ellas, de modo que guardéis los mandamientos de Jehovah vuestro Dios, que yo os mando”. (Deuteronomio 4:2)
Vamos empezar por el principio. Ningún erudito bíblico en el mundo dirá que la Biblia fue escrita por el propio Jesús. Todos ellos concuerdan en que la Biblia fue escrita por los seguidores de Jesús, la paz sea con él, después de su partida. El Dr. W. Graham Scroggie del Moody Bible Institute de Chicago, un prestigioso misionero cristiano evangélico, dice:
“…Sí, la Biblia tiene origen humano, a pesar de que algunos, que se dejan llevar por su celo, el cual va en contra del conocimiento, lo hayan negado. Esos libros han sido gestados en las mentes de los hombres, están escritos en el lenguaje de los hombres, fueron escritos por manos de hombres y mantuvieron en sus estilos las características de los hombres… Esto es humano, pero aún así es divino”[1].
Otro erudito cristiano, Kenneth Cragg, el obispo anglicano de Jerusalén dice:
“…No solamente en el Nuevo Testamento… existe resumen y edición; existe elección de transcripciones y testimonios. Los evangelios se formaron a partir de las ideas de la Iglesia, más allá de los autores. Ellos representan experiencia e historia”[2].
“Es bien conocido que el evangelio cristiano primitivo fue inicialmente transmitido oralmente y que esa tradición oral dio lugar a una variedad de reportes de palabras y hechos. Es igualmente cierto que cuando los registros cristianos fueron pasados por escrito continuaron siendo objeto de variaciones verbales, involuntaria o intencionalmente, por las manos de los escribanos y editores”[3].
“Sin embargo, de hecho, todos los libros del Nuevo Testamento, con excepción de las cuatro grandes Epístolas de San Pablo, son en la actualidad, unas más que otras, objeto de controversia, e incluso allí se encuentran interpolaciones”[4].
El Dr. Lobegott Friedrich Konstantin Von Tischendorf, uno de los cristianos conservadores más inflexibles defensores de la Trinidad, tuvo que admitir:
“[El Nuevo Testamento] en muchos pasajes ha experimentado modificaciones tan serias de significado que nos deja en una dolorosa incertidumbre sobre lo que realmente escribieron los apóstoles ”[5].
Después de enumerar muchos ejemplos de declaraciones contradictorias en la Biblia, el Dr. Frederic Kenyon dice:
“Además de las grandes discrepancias, como estas, escasamente existe un versículo que no tenga variaciones en las distintas copias [de los manuscritos antiguos de los cuales la Biblia fue recopilada]. Nadie puede decir que esas adiciones, omisiones o alteraciones son temas de simple indiferencia”[6].
En el libro del Dr. Kenyon se pueden encontrar un sinnúmero de otras citas similares de algunos de los principales eruditos del cristianismo. Pero nos conformamos con éstas por el momento.
Los cristianos son, en general, personas buenas y decentes; y mientras más fuertes son sus convicciones, más decentes son. Esto es confirmado por el noble Corán:
“...y los más allegados a ellos en afecto son quienes dicen: Somos cristianos. Esto es porque entre ellos hay sacerdotes y monjes [sabios y desapegados], y por que no son soberbios. Y cuando oyen lo que le ha sido revelado al Mensajero ves que sus ojos se inundan de lágrimas porque reconocen la Verdad. Dicen: ¡Señor nuestro! Creemos, cuéntanos pues, entre quienes son testigos [de la Verdad]”. (Corán 5:82-83)
Todas las “versiones” de las Biblias anteriores a la versión revisada de 1881 dependían de “copias antiguas” (las que datan de quinientos a seiscientos años después de Jesús). Los revisores de la Versión Revisada Estándar (RSV, por sus siglas en inglés) de 1952, fueron los primeros eruditos bíblicos en tener acceso a las “copias MÁS antiguas” que datan de al menos tres o cuatro siglos después de Cristo. Es lógico concluir que cuanto más cerca de su origen esté un documento será más auténtico. Veamos cuál es la opinión del cristianismo respecto a la versión más revisada de la Biblia (revisada en 1952 y luego en 1971):
“La mejor versión que ha sido producida en el presente siglo” (Periódico de la Iglesia de Inglaterra).
“Una traducción completamente fresca realizada por los más renombrados eruditos” (Suplemento literario del Times).
“Las más apreciadas características de la versión autorizada combinadas con una nueva precisión en la traducción” (Life and Work).
“La más precisa y cercana representación del original” (The Times).
Los mismos editores (Collins) dicen en la página 10 de sus notas:
“Esta Biblia (RSV) es el producto de 32 eruditos, auxiliados por un comité consultivo representando a 50 denominaciones colaboradoras”.
Veamos lo que estos 32 eruditos cristianos del más alto renombre, respaldados por 50 denominaciones cristianas colaboradoras, dicen respecto de la Versión Autorizada (AV) o, como es más conocida, la King James Version (KJV). En el prefacio de la RSV de 1971 encontramos lo siguiente:
“…incluso la King James Version tiene GRAVES DEFECTOS…”
Ellos nos advierten de que:
“….esos defectos son TANTOS Y TAN SERIOS que nos obligaron a realizar una revisión”.
Los Testigos de Jehová en su revista Awake! (¡Despertad!) del 8 de septiembre de 1957, publicaron el siguiente título: “50.000 errores en la Biblia”; donde afirman: “Hay probablemente 50.000 errores en la Biblia… errores que cayeron en el texto de la Biblia… 50.000 errores serios….”. Después de todo esto, sin embargo, ellos dicen a continuación: “…como un todo la Biblia es correcta”. Veamos algunos de esos errores…
Footnotes:
[1] W. Graham Scroggie, p. 17.
[2] El llamado del Minarete. Kenneth Cragg, p. 277.
[3] Comentarios de Peak respecto a la Biblia, p. 633.
[4] Enciclopedia Británica. 12th Ed. Vol. 3, p. 643.
[5] Los secretos del Monte Sinaí. James Bentley, p. 117.
[6] Nuestra Biblia y los manuscritos antiguos. Dr. Frederic Kenyon, Eyre y Spottiswoode, p. 3.