Los títulos descriptivos de Jesús en el Corán (parte 2 de 2): Una “Palabra” y un “Espíritu” de Dios


Equipo del sitio

(3)       “Palabra” de Dios

Jesús es mencionado como una “Palabra” de Dios en tres pasajes del Corán. Ningún otro profeta ha sido descrito con tal título.


 “… ¡Oh, María! Dios te albricia con Su Palabra. Su nombre será el Mesías Jesús, hijo de María...”. (Corán 3:45)


“… Mesías Jesús, hijo de María, es el Mensajero de Dios y Su Palabra, que depositó en María...”. (Corán 4:171)


“… Dios te albricia con el nacimiento de Juan, quien corroborará la Palabra de Dios…”. (Corán 3:39)


Los cristianos creen que en el primer capítulo del evangelio de Juan, Jesús es identificado como “la Palabra” (logos en griego) encarnada, o hecha carne. “En el principio ya existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios… Y el Verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros… lleno de gracia y de verdad...”.


La idea cristiana del logos es completamente diferente del sencillo entendimiento islámico de la “Palabra”. La idea del griego logos puede ser rastreada hasta el filósofo del siglo VI a.C., Heráclito. Él propuso que había un logos en el proceso cósmico, análogo al poder de razonamiento en el hombre. El filósofo judío grecoparlante Filón de Alejandría (15 a.C. – 45 d.C) enseñó que el logos era el intermediario entre Dios y el cosmos. Los escritos de Filón fueron preservados y apreciados por la Iglesia, y proveyeron la inspiración para la sofisticada teología filosófica cristiana. “La identificación de Jesús con el logos… fue desarrollada en la iglesia temprana, pero más sobre la base de las ideas filosóficas griegas que en los temas del Antiguo Testamento. Este desarrollo fue dictado por los intentos hechos por los primeros teólogos y apologistas cristianos para expresar la fe cristiana en términos que fueran comprensibles para el mundo Heleno, y para impresionar a sus oyentes con la visión de que la cristiandad era superior a, o heredera de, todo lo que era mejor en la filosofía pagana”[1].

El Islam proporciona una explicación clara de cómo Jesús fue una “Palabra” de Dios. Pero primero debemos entender el proceso de la procreación humana. El Poder de Dios está detrás de todo. Cada vez que Dios decide hacer algo, como dar la vida o causar la muerte, Él dice la palabra “Sé” y ello ocurre.

“Él es Quien da la vida y la muerte; y cuando decreta algo dice: ¡Sé!, y es”. (Corán 40:68)

El primer paso en la procreación humana es la unión biológica entre las células reproductivas masculinas y femeninas, además de la voluntad de Dios. Puesto que Jesús nació sin un padre, él no fue concebido por las células de esperma masculino. En lugar de ello, su creación, al igual que la de Adán, es atribuible únicamente a la Palabra de Dios “Sé”. Dios dice:

“Por cierto que el ejemplo de Jesús ante Dios es semejante al de Adán, a quien creó de barro y luego le dijo: ¡Sé!, y fue”. (Corán 3:59)


El Corán brinda detalles de la concepción de Jesús. María no fue embarazada por un hombre. El ángel Gabriel, al que se refiere el Corán como el Espíritu, llevó el alma de Jesús –su alma fue creada por Dios al igual que otras almas humanas– para insuflarla dentro de María. Al ver al ángel, ella expresó con sorpresa:


“Dijo: ‘¡Oh, Señor mío! ¿Cómo podré tener un hijo si no me ha tocado ningún hombre?’” (Corán 3:47)

El ángel respondió:

“¡Así será! Dios crea lo que Le place. Cuando decide algo, sólo dice: ¡Sé!, y es”. (Corán 3:47)


Gabriel sopló entonces el alma de Jesús dentro de María, “infundimos en ella [a través del ángel Gabriel] Nuestro Espíritu”. (Corán 66:12)


En esencia, Jesús es la “Palabra” de Dios porque vino a la existencia por la palabra de Dios –“Sé”– como describe el Corán en otro pasaje:


“Ciertamente el Mesías Jesús, hijo de María, es el Mensajero de Dios y Su palabra [¡Sé!] que depositó en María, y un espíritu que proviene de Él...”. (Corán 4:171)


(4)       “Espíritu” de Dios

En el Corán, Dios atribuye ciertas creaciones a Sí mismo como formas de respeto y honor. Por ejemplo, Dios llama la sagrada mezquita en La Meca “Mi Casa”, como forma de veneración. Dios dice:


“Y le inspiramos a Abraham e Ismael que purifiquen Mi Casa para quienes la circunvalen, hagan retiro y oren en ella...”. (Corán 2:125)


El Corán dice que Jesús es un “Espíritu” procedente de Dios:


“…infundimos Nuestro espíritu [a través del ángel Gabriel] en María…”. (Corán 21:91)


“…un espíritu que proviene de Él”. (Corán 4:171)


“…infundimos en ella [a través del Ángel Gabriel] Nuestro Espíritu”. (Corán 66:12)


Jesús fue un espíritu o, más correctamente, un alma creada por Dios, traída por Gabriel, un ángel poderoso de Dios, e insuflada dentro de María:

“…infundimos en ella (en su vientre) [a través del ángel Gabriel] Nuestro Espíritu”. (Corán 66:12)

Jesús no fue una “parte”, “persona” o “actividad” de Dios que se separó y habitó en el interior de María. Él es llamado un “Espíritu” de Dios como un símbolo de respeto y honor, no de divinidad.


Del mismo modo, Dios también le da a Adán esta característica de ser Su espíritu. Dios dijo, cuando les ordenó a los ángeles que se postraran ante Adán durante su creación:


 “Y cuando lo haya plasmado y haya soplado en él (de) su espíritu, haced una reverencia ante él”. (Corán 38:72)


De hecho, a Jesús se le da un lugar de honor en el Corán y se le han otorgado ciertos títulos y descripciones no dados a otros profetas, pero ello en forma alguna debe inducir a una persona a creer que Jesús fue algo más que un mortal. Esto puede resumirse en el siguiente versículo en el que Dios dice:


“¡Oh, Gente del Libro! No os extralimitéis en vuestra religión. No digáis acerca de Dios sino la verdad: Ciertamente el Mesías Jesús, hijo de María, es el Mensajero de Dios y Su palabra [¡Sé!] que depositó en María, y un espíritu que proviene de Él. Creed, pues, en Dios y en Sus Mensajeros. No digáis que es una trinidad, desistid, pues es lo mejor para vosotros. Por cierto que Dios es la única divinidad. ¡Glorificado sea! Es inadmisible que tenga un hijo. A Él pertenece cuanto hay en los cielos y en la Tierra. Es suficiente Dios como protector”. (Corán 4:171)



Footnotes:

[1] “Logos”. Enciclopedia Británica, del Servicio Premium de la Enciclopedia Británica.  (https://www.britannica.com/eb/article-9048773).

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