Realizar un acto de adoración con la intención de obtener un beneficio mundano es un acto de idolatría
Dice Alá [Alabado sea]:
“A quienes hayan deseado la vida de acá y su belleza, les remuneraremos en ella con arreglo a sus obras y no serán defraudados en ella. Ésos son los que no tendrán en la otra vida más que el Fuego. Sus obras [en la vida] no fructificarán y será vano lo que hayan hecho” [11:15,16]
Dijo el Mensajero de Alá [la paz y las bendiciones de Alá sean con él]: “Que perezca el esclavo del dinero y el esclavo de los buenos vestidos. Si se le concede se contenta, y si no se le concede se enfada. Que perezca y vuelva a perecer y si se clava una espina que no se la extraigan. Bienaventurado el siervo que tenga asidas las riendas de su caballo en el sendero de Alá, con su cabello despeinado y los pies polvorientos. Si le ordenan vigilar, vigila; y si le ordenan dirigirse a la vanguardia, irá al frente de batalla. [Es tan humilde y falto de ambición por el liderazgo y la reputación que] si pide licencia no le es concedida, y si intercede, su intercesión no es aceptada”[1].
CONCLUSIONES:
- La existencia de personas que desean obtener algún beneficio mundano a través de sus actos de adoración.
- La interpretación de la Aleya [11:15,16].
- La posibilidad de llamar al musulmán: Esclavo del dinero, esclavo de las buenas vestimentas.
- Estas personas son aquellas que si reciben algo se complacen, pero si no reciben nada se enfadan.
- El significado de la frase: “Que perezca y vuelva a perecer”.
- El significado de las palabras: “y si se clava una espina que no se la extraigan”.
- Los elogios hechos al soldado con tales características.