Salmán El Persa
Salmán El Persa
Como la mayoría de sus compatriotas, Salman fue criado como un devoto zoroastriano. A pesar de esto, luego de un encuentro con algunos cristianos, él aceptó el cristianismo como “algo mejor”. Salmán luego viajó por todas partes en búsqueda de conocimiento, sirviendo a uno y otro monje instruido, el último de los cuales dijo: “¡Oh hijo! Yo no sé de nadie que esté en el mismo (credo) que nosotros. A pesar de esto, el tiempo de la aparición de un Profeta está cerca. Este Profeta es de la religión de Abraham”. El monje procedió luego a describir a dicho Profeta, su carácter y en dónde aparecería. Salman emigró a Arabia, la tierra de esa profecía; y cuando oyó y conoció a Muhammad, inmediatamente lo reconoció de las descripciones de su maestro, y abrazó el Islam. Salmán se hizo famoso por su conocimiento y fue la primera persona en traducir el Corán a otro idioma, el persa. Una vez, mientras el Profeta estaba entre sus Compañeros, lo siguiente le fue revelado:
“Él es Quien eligió de entre los que no sabían leer ni escribir un Mensajero para que les recite Sus preceptos, les purifique, y les enseñe el Libro y la sabiduría. Por cierto que antes de ello se encontraban en un extravío evidente. Y también [para que purifique y enseñe] a otros que les sucederán. Ciertamente Dios es Poderoso, Sabio”. (Corán 62:2-3)
El Mensajero de Dios luego puso su mano sobre Salman y dijo:
“Incluso si la fe estuviera cerca de (las estrellas de) Pléyades, un hombre de entre estos (persas) de seguro la obtendría”. (Sahih Muslim)