Los títulos descriptivos de Jesús en el Corán (parte 1 de 2): “El Mesías” y “un Milagro”
Aparte del cristianismo, el Islam es la única religión entre las más importantes del mundo que reconoce a Jesús. La creencia de un musulmán está incompleta sin Jesús. El Profeta Muhammad dijo:
“Si alguien testifica que nadie tiene el derecho a ser adorado sino Dios, sin copartícipes, y que Muhammad es Su siervo y Su Mensajero, y que Jesús es el siervo de Dios y Su Mensajero y Su Palabra que Él ha insuflado en María y un Espíritu proveniente de Él, y que el Paraíso es verdadero y el Infierno es verdadero, Dios le admitirá en el Paraíso acorde a las obras que haya realizado, aún si estas fueran pocas”[1].
En otras palabras, sin la creencia manifiesta en Jesús, uno no puede ganar el Paraíso de Dios. Así como con otros profetas de Dios, los musulmanes agregamos a su nombre la frase Alaihis-Salam, que significa “la Paz sea con él”[2]. A pesar de que Jesús dijo “La paz les dejo; mi paz les doy”[3] en el evangelio, los cristianos rara vez utilizan ningún término honorífico excepto “Cristo”, y eso como parte de su nombre. Si bien esto puede deberse a la idea de que los cristianos no rezan por él sino que le rezan a él, esto muestra que los musulmanes le guardan un gran respeto a pesar de no compartir ese punto de vista.
El Corán es la escritura sagrada del Islam, y en él se encuentran más de 90 versículos, repartidos en 15 capítulos, que hablan sobre Jesús. Tres capítulos del Corán llevan por nombre referencias a Jesús: El tercer capítulo del Corán, “La Familia de Imrán”, toma su nombre del padre de María; el quinto capítulo, “La Mesa Servida”, es probable que tome su nombre de la última cena. Por último, el capítulo 19 toma el nombre de María.
Su nombre en el Corán
En árabe, Jesús es conocido como Isa. En 16 de los 25 lugares del Corán donde se utiliza en nombre Isa, él es llamado “hijo de María” (Ibn Mariam). Ya que él no tuvo padre, fue nombrado así por su madre[4].
Los títulos descriptivos de Jesús en el Corán:
(1) El Mesías
Desde antes de la aparición de Jesús, la creencia en la venida del Mesías ha sido parte básica y fundamental del judaísmo tradicional. Es parte de los 13 Artículos de Fe de Maimónides, que son considerados los requerimientos mínimos de la fe judía[5]. En la oración Shemoneh Esrei[6], que se recita tres veces cada día, los judíos modernos rezan por el Mesías quien será su rey de la línea de David y vendrá a restaurar la gloria de su época dorada. En hebreo, Mesías significa “ungido”. Es interesante notar que la profecía del Antiguo Testamento enfatiza la humanidad del Mesías refiriéndose a él como “hijo del hombre” (Daniel 7:13)[7], y no como “Dios”.
La ideología del Mesías tiene una posición central en la teología cristiana. De acuerdo con la Biblia, Jesús afirmó ser el Mesías esperado por los judíos (Juan 4:25-26)[8], pero ellos lo rechazaron. Por lo tanto, los cristianos aplican “Cristo” –la palabra griega para Mesías– a Jesús. Además, mantienen también que el Mesías sería el hijo de Dios.
El Corán corrige a los judíos y a los cristianos en sus excesos. Considera que los judíos están en lo correcto al creer que el Mesías es humano, pero equipara su rechazo hacia Jesús con la incredulidad:
“Tampoco creyeron [en el Mesías] y manifestaron contra María una calumnia gravísima [acusándola de inmoral]. Y dijeron: Hemos matado al Mesías, Jesús hijo de María, el Mensajero de Dios. Pero no le mataron ni le crucificaron...”. (Corán 4:156-157)
Por otro lado, el Corán está de acuerdo con los cristianos que identifican a Jesús como el Mesías, pero considera su insistencia en que el Mesías es el hijo de Dios como una blasfemia:
“Son incrédulos quienes dicen: Dios es el Mesías hijo de María’”. (Corán 5:72)
La verdad, de acuerdo al Corán, es que:
“El Mesías hijo de María es sólo un Mensajero, igual que los otros Mensajeros que le precedieron”. (Corán 5:75)
Más aún, el Corán afirma que el Mesías llamó a la adoración del “Dios verdadero”, como todos los profetas antes que él:
“El mismo Mesías dijo: ¡Oh, Hijos de Israel! Adorad a Dios, pues Él es mi Señor y el vuestro’”. (Corán 5:72)
El Corán se refiere a Jesús como el Mesías (Al Masih) por lo menos nueve veces[9]. Una de las explicaciones dadas por los lexicógrafos musulmanes es que Jesús fue el Mesías, ya que ungió los ojos de los ciegos para curarlos (Corán 3:43; Marcos 6:13; Santiago 5:14), o porque solía poner sus manos sobre los enfermos.
(2) Señal
El Corán describe a Jesús como una “Señal”, una ayah en el Corán. En la terminología del Corán, un milagro es una “señal” de Dios para mostrar el poder divino y su capacidad ilimitada de realizar actos fuera de la cadena de causa y efecto. En este sentido, el nacimiento virginal de Jesús es un milagro, un espectáculo maravilloso del gran poder de Dios para hacer lo que Le place. Por lo tanto, Jesús es una “señal” no sólo para los israelitas, sino para el mundo entero.
“E hicimos de Jesús y su madre, María, un signo [de Nuestro poder]”. (Corán 23:50)
“…Y lo convertiremos en un signo para la humanidad...”. (Corán 19:21)
“…e hicimos de ella y su hijo un signo [del poder divino] para la humanidad”. (Corán 21:91)
Además, el Corán declara la segunda venida de Jesús como una “señal”, un anuncio de que el Día del Juicio se acerca: “Por cierto que [el descenso a la Tierra de] él [Jesús] es una prueba de la [proximidad de la] Hora [del Juicio]; no dudéis, pues, de ella y seguidme; éste es el sendero recto”. (Corán 43:61)
Footnotes:
[1] Sahih Al Bujari
[2] Este es el significado “literal”. Los mayores eruditos lo han interpretado como “que Dios lo mantenga a salvo de todo mal”.
[3] Juan 14:27.
[4] La Biblia también se refiere a Jesús como “hijo de María” (Marcos 6:3): “¿No es acaso el carpintero, el hijo de María…”.
[5] “12. Creo firmemente en la venida del Mesías, y aunque Él puede tardar, espero a diario por Su venida”. Enciclopedia Judía (https://www.jewishencyclopedia.com).
[6] “Danos entendimiento, Oh Eterno, nuestro Dios, para conocer Tus caminos, y circuncida nuestros corazones para que Te teman, y danos Tu perdón para que podamos ser redimidos. Y aleja de nosotros el dolor corporal, y engórdanos con la fertilidad de Tu tierra, y haz que podamos reunirnos en Tu presencia con aquellos de nosotros que están dispersos por los cuatro puntos cardinales, y aquellos que se descarrían y no Te reconocen serán juzgados, y sobre los malhechores Tú levantaras Tus manos: Mas el justo se regocija en la construcción de Tu ciudad y en la refundación de Tu templo, y en el surgimiento de un cuerno hasta David, Tu siervo, y en la preparación de una luz para el hijo de José, Tu Mesías. Antes que nos llames a responder Tus preguntas. Bendito seas, Oh Eterno, que escuchas nuestras oraciones”. Enciclopedia Judía (https://www.jewishencyclopedia.com).
[7] “Miraba yo en la visión de la noche, y vi que con las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre; vino hasta el Anciano de días, y lo hicieron acercarse delante de él” (RVR 1995).
[8] “‘Sé que viene el Mesías, al que llaman el Cristo’, respondió la mujer. ‘Cuando él venga, nos explicará todas las cosas’. ‘Ése soy yo, el que habla contigo’, le dijo Jesús”.
[9] Corán 3:45; 4:157, 171-172; 5:17, 72, 75; 9: 30-31.