El derecho espiritual
El derecho espiritual: este es un derecho que tienen en común el hombre y la mujer y es otorgado en conjunto con la adoración a Al-lah, es decir, ambos tienen el derecho de realizar todos los actos de adoración de la misma manera, el arrepentimiento de ambos es aceptado por el Altísimo sin hacer ningún tipo de distinción y ambos serán recomenzados o castigados de la misma manera según sus obras. Al-lah ha dicho en el Sagrado Corán en Sura Las Abejas:
“Al creyente que obre rectamente, sea varón o mujer, le concederemos una vida buena y le multiplicaremos la recompensa de sus obras”
(16:97)
También se pueden evidenciar estos derechos de igualdad cuando Al-lah relata la historia de Adán (la paz sea con él) y Eva en la Sura la Vaca del Sagrado Corán, mencionando en ella que luego de que ambos cometieron la desobediencia de comer del árbol prohibido, se arrepintieron y Él (Altísimo es) aceptó su
arrepentimiento. Al-lah no culpo a Eva por el pecado original (como lo afirman otras creencias religiosas) y tampoco absolvió del pecado sólo a Adán, Al-lah los tomo como iguales tanto como para cumplir con sus ordenes, para amonestarlos por el pecado y también para aceptar sus suplicas. La recompensa por las buenas obras no solamente es nombrada en el Sagrado Corán para los hombres, sino también para las mujeres. En la siguiente Ayah10 se puede notar como Al-lah menciona las virtudes de quienes obtendrán dicha recompensa y menciona el género femenino para evidenciar aún más este derecho:
“Al-lah les tiene reservado Su perdón y una gran recompensa a los musulmanes y las musulmanas, a los creyentes y las creyentes, a los piadosos y las piadosas, a los justos y las justas, a los pacientes y las pacientes, a los humildes y las humildes, a aquellos y aquellas que hacen caridades, a los ayunadores y las ayunadoras, a los pudorosos y las pudorosas, y a aquellos y aquellas que recuerdan frecuentemente a Al-lah”
(Sagrado Corán, 33:35)